Los conflictos y tensiones internacionales afectan muy negativamente al sector de la automoción

Actualmente vivimos en un mundo global y muy interconectado, en el que cualquier elemento de la economía afecta rápidamente al resto, tanto en un determinado territorio o mercado, como a nivel mundial.

La guerra de Ucrania, por ejemplo, es uno de los desencadenantes que está alterando todo el sistema económico y afectando significativamente a muchos sectores, y entre ellos a la industria del automóvil.

Esta interconexión entre industrias, concretamente en el suministro de piezas, provoca un efecto dominó en el sector que no sólo hace que las cadenas de producción de las fábricas se detengan, sino que además estas piezas no lleguen a los talleres y por lo tanto al consumidor último que las necesita para reparar su vehículo.

Por ese motivo se convierte en crucial la tarea del sector del desguace, ya que disponemos de un amplio stock de piezas reutilizadas y garantizadas para la práctica totalidad de los modelos de automóviles del mercado, de manera que podemos continuar abasteciendo tanto a talleres como a particulares minimizando el efecto negativo que provocan los retrasos en la entrega por falta de stock, así como los precios elevados de fabricación y distribución de los repuestos y recambios nuevos.