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Historia del Peugeot 405 T16, cuando el León rugía en el desierto

A principios de la década de 1990 vio la luz la versión más deportiva del 405, un coche con una filosofía de berlina deportiva desde su lanzamiento, pero que nunca se había ofrecido en una versión tan radical.

En 1993 se lanzó la versión bautizada como 405 T16, unas siglas con un peso histórico muy importante en la marca del león, puesto que se heredaban del Peugeot 205 turbo16, un coche nacido casi una década antes y que fue dos veces Campeón del Mundo de rallies en la recordada época de los Grupo B y que posteriormente se impondría, también en dos ocasiones en el durísimo París-Dakar.

El Peugeot 405 T16 (con la palabra turbo abreviada en una T y no completa como en el 205) disponía de una mecánica muy refinada para su tiempo, pensada para aquellos clientes que querían una berlina familiar pero con las prestaciones de un coche deportivo con el que disfrutar de la conducción.

De este modo, la versión más extrema del coche que, con diseño de Pininfarina, fue elegido Coche del Año en Europa en 1988, ofrecía unas prestaciones inéditas en un modelo de este tipo.

Mientras que del Peugeot 405 T16 se produjeron apenas 1.046 unidades, del Peugot 405 se fabricaron 4.235.951 unidades y de él derivaron diferentes versiones de competición.

El 405 turbo 16 (en este caso escrito con todas las letras), sustituyó al 205 turbo 16 en las arenas africanas y se impuso en dos ediciones consecutivas del París-Dakar en 1989 y 1990, con Ari Vatanen al volante, antes incluso de que saliera a la venta el 405 T16 de producción.

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