Cuando las cosas se complican con nieve o hielo, ¿Qué es mejor montar, neumáticos de invierno, o de todo tiempo?
Neumáticos de invierno, o de todo tiempo, sin duda es una de las preguntas más recurrentes en este momento del año, y admite multitud de respuestas. La solución adecuada dependerá del kilometraje que cubre el vehículo en período invernal, del lugar de residencia y, por descontado, del tipo de coche. En general, los neumáticos todo tiempo ofrecen un funcionamiento equilibrado durante todo el año, pero en condiciones invernales severas es preferible optar por cubiertas invernales. Lo más importante es asegurarse de la presencia de un distintivo M+S o 3PMSF en el flanco, que denota que está preparado para rodar en la estación fría y permitirá esquivar, de paso, posibles sanciones de tráfico.
Las cubiertas invernales son preferibles para quienes cubren distancias largas durante esta época del año y precisan del mejor rendimiento en cualquier condición derivada de la meteorología fría. Gracias al uso de un compuesto más blando, que rinde mucho mejor cuando las temperaturas son muy bajas, los neumáticos de invierno garantizan una excelente adherencia a la carretera, una óptima tracción y una frenada segura en cualquier tipo de superficie. No en vano, las características químicas del compuesto reducen los metros necesarios para detener el vehículo en carreteras cubiertas de nieve, llegando a precisar un 50% menos de distancia en comparación con un producto de verano. Los neumáticos invernales cuentan, además, con un dibujo poblado de laminillas, cuyo propósito es retener la nieve y mejorar, por ende, la adherencia a partir del efecto de fricción “nieve sobre nieve”, lo que asegura la máxima movilidad sin necesidad de cadenas. Pero hay más, puesto que la unión con canales amplios permite una evacuación más efectiva del agua en caso de lluvia, reduciendo el riesgo de aquaplaning y mejorando la seguridad de marcha.
Nuestro agradecimiento a Pirelli.